Es una pregunta que muchos se hacen al notar ese subidón de energía y bienestar después de hacer deporte. Lo curioso es que este efecto no es solo mental sino que tiene una base psicológica y biológica sólida.
A continuación, te explicamos por qué el deporte transforma no solo tu cuerpo, sino también tu mente.
1. Las hormonas del bienestar: el secreto del deporte
Cuando haces deporte, tu cerebro libera endorfinas, conocidas como la hormona de la felicidad. Estas sustancias químicas reducen el estrés, mejoran el estado de ánimo y actúan como analgésicos naturales. Además, la serotonina y la dopamina, neurotransmisores clave para el bienestar, también aumentan con el ejercicio, combatiendo la ansiedad y la depresión.
2. El deporte reduce el estrés y mejora tu concentración
Hacer deporte regula el cortisol, la hormona del estrés. Mantener niveles equilibrados de cortisol te ayuda a sentirte más relajado y en control. Además, el ejercicio aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, mejorando funciones cognitivas como la memoria y la capacidad de concentración.

3. Beneficios psicológicos: más que un subidón momentáneo
Desde una perspectiva psicológica, el deporte te conecta con el presente. Mientras entrenas, especialmente en actividades como correr o nadar, entras en un estado de “flow” en el que te enfocas únicamente en la actividad. Este estado no solo alivia la mente de pensamientos negativos, sino que también genera una sensación de logro y confianza.
4. Mejora tu autoestima
El deporte no solo te hace más fuerte físicamente; también mejora tu percepción de ti mismo. Cada vez que cumples un objetivo deportivo, como correr más distancia o levantar más peso, refuerzas tu autoestima y tu sentido de autoeficacia. Estos logros, aunque pequeños, se trasladan a otras áreas de tu vida.
5. El deporte regula el sueño y aumenta la energía
Si alguna vez has dormido mejor después de entrenar, no es coincidencia. El deporte regula el ciclo sueño-vigilia y favorece un descanso profundo. Y aunque pueda parecer contradictorio, también mejora tus niveles de energía, ayudándote a sentirte más productivo y activo durante el día.
Conclusión:
Hacer deporte es mucho más que mantenerte en forma. Es una herramienta poderosa para cuidar tu mente y tu cuerpo. Si aún no lo has convertido en un hábito, piensa en todos los beneficios psicológicos y biológicos que puedes experimentar.
¡El bienestar está al alcance de tus zapatillas!
Alberto Ramírez
Psicólogo Sanitario,
Sexólogo y Terapeuta de Pareja
