¿Qué es el estrés?
Podemos entender el estrés como un estado de sobrecarga para la persona, ya sea por los estímulos que vengan de fuera o por los recursos que la persona siente que tiene para hacer frente a una determinada situación.
Un momento de estrés puntual activa el organismo a nivel cerebral y hormonal para poder responder a esa demanda y resolver la situación. Sin embargo, cuando una persona se somete a una situación de estrés prolongada en el tiempo las consecuencias que éste puede llegar a tener pueden ser molestas e importantes para una buena salud física y mental, por lo que será importante saber detectarlo para poder ponerle remedio.
El principal problema del estrés es que es un mal que está socialmente aceptado. No es extraño escuchar respuestas del tipo “estoy estresado” ante la pregunta: “¿qué tal te encuentras?”, asumiendo que esto es lo que nos toca vivir por formar parte de la sociedad en la que vivimos. El ritmo y volumen de trabajo, la sociedad perfeccionista, los ruidos, las prisas… Todos ellos son factores que influyen en que vivamos dentro de un entorno estresante.
¿Cuáles son los síntomas del estrés?
Los síntomas del estrés pueden variar mucho de una persona a otra, abarcando aspectos físicos, psíquicos, emocionales y comportamentales. Algunos de ellos, atendiendo a las diferentes esferas, podrían ser los siguientes:
- Dentro de los síntomas físicos, encontramos: dolores de espalda o de cabeza, alteraciones gastrointestinales (diarrea, estreñimiento, gases…), cansancio y fatiga, alteraciones en el apetito (dificultad para comer o aumento del mismo), falta de deseo sexual, bajada de defensas y dificultades respiratorias, entre otros.
- A un nivel psíquico y emocional es frecuente presentar: irritabilidad, dificultad para disfrutar de aspectos que antes disfrutaba, indecisión (dificultad para tomar decisiones), fallos de memoria, disminución en el rendimiento, disminución de la autoestima y sensación de incapacidad.
¿Por qué no funcionan las estrategias que se suelen utilizar para aliviar el estrés?
Una de las dificultades a la hora de manejar el estrés es que, desde ese mismo estado estresado, solemos elegir estrategias de resolución que resultan poco eficaces y que además dificultan el autocuidado.
Es habitual que, bajo un estado de estrés o de alerta, a nivel de comportamiento actuemos de forma impulsiva (casi sin razonarlo) buscando lo que, de manera inmediata, nos puede aliviar: fumar, comer, reaccionar ante la irritabilidad con una mala respuesta, abuso de alcohol o medicación… Esto, a la larga, sólo empeorará el malestar o traerá consigo problemas añadidos.
¿Qué puedo hacer para gestionar bien el estrés?
La primera de las tareas a la hora de manejar el estrés va a ser aprender a identificarlo. Esto, aunque parezca evidente, no es siempre una tarea fácil por la normalización que existe del mismo en la sociedad, como ya hemos comentado.
Una vez tengamos conciencia de que estamos padeciendo estrés, será recomendable pedir ayuda profesional para que un psicólogo (que podrá ver más allá de lo que dicta la emoción), nos guíe y acompañe en el proceso de descubrir dónde está el foco de lo que está generando estrés en nuestro caso particular y cómo se puede afrontar en cada caso individual.
Cuando se tiene la oportunidad de acudir a un psicólogo que nos ayude a solucionar el foco que nos genera estrés es común que por una parte descubramos aspectos reprimidos o inconscientes de nuestra vida que nos generan un estado tensional que favorece la aparición de estrés, y que por otra parte aprendamos a relacionarnos de otra forma tanto con aspectos de nuestra vida como con nuestras emociones (que frecuentemente no sabemos identificar ni manejar).
El proceso terapéutico es un proceso que genera cambios o que, al menos, nos pone en el punto de partida para poder llevarlos a cabo. Es normal sentir incertidumbre en este proceso y que aparezcan defensas inconscientes que, en todo caso, serían recogidas y manejadas en la terapia psicológica.
Paralelamente, y como punto de partida, desde MentalMadrid te invitamos a que visites nuestro post donde hablamos de diversas técnicas de relajación con el objetivo de que pruebes a ponerlas en práctica en tu vida cotidiana.
Aprender a llevar a cabo actos de autocuidado resulta fundamental para nuestra salud física y mental.
Pingback: Tricotilomanía ¿Qué es y cuáles son sus tratamientos?
Pingback: ¿Cuál es la diferencia entre experimentar ansiedad y sufrir un ataque de pánico?