¿Qué es la inteligencia?
La inteligencia un fenómeno complejo que ha suscitado interés entre los estudiosos de diversas épocas. Sin embargo, su estudio a veces ha estado envuelto en dilemas éticos, políticos y sociales. Muchas veces, ha sido un motivo de creación de estereotipos y de discriminación tanto laboral como social, con el daño personal que esto conlleva.
Si tuviéramos que definirla podríamos decir que es un fenómeno adaptativo. Es un conjunto de diversos procesos mentales que implican la capacidad de razonar, resolver problemas, planificar, pensar de una manera abstracta, aprender y crear.
¿Cuántos tipos de inteligencia existen?
A lo largo de la historia de la psicología han sido muchas las teorías desarrolladas al respecto, con su correspondiente debate. Por un lado, los monistas, defendían la existencia de un único tipo de inteligencia, como es el caso de Alfred Binet, creador del concepto de edad mental, que derivaría en el de cociente intelectual. Por otro lado, había quienes defendían un tipo de inteligencia más pluralista en donde postulaban que era la relación de diversas estructuras que se activaban en función de las demandas.
En la actualidad, hay tres grandes teorías al respecto: Teoría Triárquica de Sternberg, Teoría de la Inteligencia Emocional de Goleman y Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner, en la que nos centraremos.
Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner
El psicólogo estadounidense Howard Gardner es uno de los defensores de las teorías pluralistas sobre la inteligencia. Para él, todas las personas contamos con 8 tipos de inteligencias (el octavo lo añadió con posterioridad) que son independientes entre sí y que se complementan. Es decir, todos nacemos con un potencial para desarrollar cada tipo de inteligencia y este dependerá del entorno, lo cual implica que todos podemos desarrollar aquel tipo de inteligencia que nos gustaría potenciar.
Los tipos que propone Howard Gardner son los siguientes:
- Inteligencia lingüística. Hace referencia a la capacidad de comunicarnos con los demás, tanto de manera verbal como escrita. Profesiones típicas de este tipo son los escritores, periodistas o políticos.
- Inteligencia lógico-matemática. Es la capacidad de resolver problemas lógicos y de responder ante ellos. Antiguamente, es lo que se creía que era la única inteligencia. Profesiones típicas en este tipo son informáticos, ingenieros o científicos.
- Inteligencia espacial. Es la capacidad de observar e interpretar el entorno desde diferentes perspectivas. Está presente en escultores, arquitectos y pintores.
- Inteligencia corporal o cinestésica. Es la capacidad de dominar los movimientos corporales para expresar sentimientos y manejar herramientas. Son típicas profesiones como actores, cirujanos y atletas.
- Inteligencia musical. Es la capacidad para componer e interpretar piezas musicales. Son las funciones vinculadas con el ritmo, el timbre y el tono. Profesiones típicas son los críticos musicales, compositores o cantantes.
- Inteligencia intrapersonal. Es la capacidad de conocer y regular los propios procesos internos así como la toma de decisiones. También es la habilidad de reflexionar sobre ellos y sobre cómo influyen en nuestra relación con los otros y con el mundo. Está presente en psicólogos, pedagogos y en atletas de alto rendimiento.
- Inteligencia interpersonal. Es la capacidad de captar el lenguaje no verbal, de detectar los estados internos de los otros y de cómo eso dirige su comportamiento. Profesionales típicos de este tipo son los psicólogos o los profesores.
- Inteligencia naturalista. Es la capacidad de identificar los elementos propios de la naturaleza y de relacionarse con ellos. Es esencial para la supervivencia. Profesiones típicas son los biólogos, geógrafos o paisajistas.
Como se puede observar, cada día es más incorrecto categorizar a una persona como inteligente o como no inteligente. Puede que una persona tenga menos habilidades o capacidades relacionadas con la inteligencia interpersonal pero sin embargo las tenga relacionadas con la inteligencia lingüística, por ejemplo.
Tal y como decía Albert Einstein: «Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil».
Equipo MentalMadrid
