Se escucha con frecuencia a profesionales sanitarios hablar sobre la posibilidad, cada vez más consensuada, de encontrar a personas con Trastorno por Estrés Postraumático tras esta pandemia. Pero, ¿sabemos realmente en qué consiste este cuadro clínico? A continuación presentamos algunas claves proporcionadas por el Instituto Nacional de la Salud Mental NIMH.
Es natural sentir temor durante una situación traumática o después de ésta. Este temor provoca cambios corporales en milésimas de segundo para responder a un peligro presente y/o para evitar un peligro futuro. Esta respuesta de “lucha o huida” es una reacción típica que sirve para proteger a la persona de cualquier peligro.
Casi todo el mundo tendrá reacciones psicológicas tras una experiencia traumática, sin embargo la mayoría se recupera de los síntomas de forma natural. No obstante, hay personas que pueden sentirse estresadas, tensas o asustadas incluso cuando ya no están en peligro, y es entonces cuando se valora la posibilidad de que presenten Trastorno por estrés postraumático.
¿Qué es el Trastorno por estrés postraumático?
El trastorno por estrés postraumático, también conocido como TEPT, es una patología que algunas personas presentan después de haber vivido o de haber presenciado un acontecimiento impactante, terrorífico o peligroso.
Los síntomas suelen comenzar en los tres primeros meses después del incidente traumático, pero a veces empiezan más tarde. Para poder considerar que se trata de trastorno por estrés postraumáutico, los síntomas deben durar más de un mes y ser lo suficientemente graves como para interferir con las relaciones o el trabajo de la persona.
El curso del trastorno varía de una persona a otra. Algunas personas se recuperan en seis meses, mientras otras requieren mucho más tiempo. Incluso hay casos en los que el problema se cronifica.
Los síntomas que una persona con trastorno por estrés postraumáutico puede experimentar son:
- Flashbacks repetitivos, incluso con palpitaciones o sudoración; pesadillas, pensamientos aterradores.
- Distanciamiento de lugares, acontecimientos u objetos que recuerden la experiencia traumática; evitación de pensamientos o sentimientos relacionados.
- Hipervigilancia; sobresaltos; tensión; dificultad para dormir; arrebatos de ira.
- Problemas para recordar detalles importantes de la experiencia traumática; pensamientos negativos sobre uno mismo o sobre el mundo; sentimientos distorsionados de culpa o remordimiento; pérdida de interés en las actividades placenteras.
Después de un acontecimiento peligroso, es natural tener algunos de los síntomas mencionados. A veces pueden ser muy graves, pero desaparecen después de unas semanas. Esto se conoce como trastorno por estrés agudo. Sin embargo, cuando se prolongan más de un mes y afectan sustancialmente a la vida de la persona, es posible que la persona presente trastorno por estrés postraumáutico.
¿Quiénes pueden presentar TEPT?
Cualquier persona y a cualquier edad. Las investigaciones se han basado normalmente en estudios sobre los veteranos de guerra, los supervivientes de agresiones físicas y sexuales, maltratos, accidentes de tráfico, catástrofes, atentados terroristas, u otros acontecimientos graves.
Es importante saber que no todas las personas que tienen trastorno por estrés postraumático han pasado por una situación peligrosa. Algunos acontecimientos, como la muerte repentina o inesperada de un ser querido, también pueden causar el trastorno. También ocurre que no todo el que pasa por una situación peligrosa tendrá el trastorno por estrés postraumático. De hecho, muchos se recuperarán rápidamente sin necesidad de intervención.
Según el Centro Nacional para el Trastorno por Estrés Postraumático, alrededor de 7 u 8 de cada 100 personas lo presentarán en algún momento de sus vidas. Las mujeres son más propensas que los hombres. Algunas experiencias pueden aumentar el riesgo y algunos factores biológicos, como los genes, pueden hacer que algunas personas sean más propensas que otras a presentar TEPT.
Factores de riesgo y de protección para el Trastorno por Estrés Postraumático
Hay circunstancias o factores que propician que la persona pueda ser más propensa a presentar este trastorno, pero también hay otros que pueden ayudar a reducir esta condición.
Algunos de los factores de riesgo del Trastorno por Estrés Postraumático son:
- Haber pasado por circunstancias peligrosas o traumáticas.
- Haber salido dañado.
- Ver a personas heridas o muertas.
- Haber tenido una experiencia traumática en la niñez.
- Tener sentimientos de terror, impotencia o miedo extremo.
- Tener poco o ningún apoyo social después del acontecimiento traumático.
- Lidiar con un exceso de estrés después del hecho traumático, como la pérdida de un ser querido, lesiones y dolor, o la pérdida del trabajo o la vivienda.
- Tener antecedentes de alguna enfermedad mental o consumo de drogas.
Algunos de los factores de protección que pueden amortiguar el impacto son:
- Buscar apoyo de otras personas, como amigos y familiares. Incluso encontrar un grupo de apoyo después de la experiencia traumática.
- Aprender a sentirse bien por las decisiones que tomó al enfrentar el peligro.
- Tener una estrategia para afrontar o superar el hecho traumático y aprender de este.
- Ser capaz de actuar y responder eficazmente a pesar de sentir miedo.
¿Cómo puedo ayudar a un amigo o un familiar que tiene TEPT?
Si conoces a alguien que pueda tener Trastorno por Estrés Postraumático, lo más importante que puedes hacer es ayudarle a que reciba el diagnóstico correcto y el tratamiento adecuado.
Es probable que requiera tu ayuda para dar el primer paso y para mantenerse en el tratamiento. Además, es vital ofrecerle apoyo emocional, comprensión, paciencia y ánimo. Para poder comprenderlo, estaría bien poder aprender sobre el Trastorno por Estrés Postraumático, de modo que te resulte más fácil entender lo que está sintiendo tu amigo o familiar. Tan importante como lo anterior es escuchar lo que verbaliza pero no solo eso, sino también prestar atención a los sentimientos que tiene y a las situaciones que los desencadenan. Por otra parte, plantearle una ocupación del tiempo libre sería una buena estrategia.
¿Cómo se trata el TEPT?
Es importante que las personas con Trastorno por Estrés Postraumático busquen ayuda profesional para trabajar sus síntomas. Cada persona se ve afectada de manera diferente, por lo que hay que adaptar el trabajo terapéutico en función de cada caso particular. La investigación, además, demuestra que el apoyo de la familia y amigos pueden ser una parte importante de la recuperación.
Hay muchos tipos de psicoterapia que pueden ayudar a las personas con Trastorno por Estrés Postraumático. Algunos tipos se dirigen a los síntomas, mientras que otros se enfocan en los problemas sociales, familiares o laborales. El terapeuta puede combinar diferentes tratamientos en función de las necesidades de cada persona. Las opciones de tratamiento serán acordadas entre paciente y terapeuta y siempre adaptadas al ritmo de la persona.
Para comenzar un tratamiento psicológico para esta patología en las circunstancias actuales de confinamiento, se recomienda comenzar con una terapia online con un terapeuta de su ciudad o próximo a ella para que posteriormente se puedan llevar a cabo sesiones presenciales.
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