Durante el 2020, la ansiedad ha aumentado a causa de la pandemia. Las personas, en general, tienen miedo al contagio y la situación que se ha estado y se está viviendo, agrava la sintomatología ansioso-depresiva, tal y como ya adelantábamos en este post.
Según una encuesta elaborada por el Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clinic de Barcelona (y publicado en El País) «solo dos semanas después de comenzar el confinamiento total del país por esta pandemia, el 65% de la población aseguró que padecía ansiedad o síntomas depresivos, miedo a sufrir contagio o superar la enfermedad, preocupación por los mayores, temor laboral, además del ritmo frenético que suponen el teletrabajo o la teleducación, que poco a poco y sin hacer ruido se van apoderando de la mermada calidad de vida y de la salud mental de los ciudadanos».
Ansiedad, miedos y fobias durante la pandemia
En la práctica clínica, se ha observado que durante la pandemia la emoción predominante ha sido (y sigue siendo) el miedo. Sin embargo, este miedo no se ha presentado solo sino que aparece acompañado de muchas otras emociones que, con oscilaciones, han causado cierta inestabilidad emocional en gran parte de la población.
Cuando un miedo aumenta su intensidad hasta convertirse en neurótico, aparecen las fobias. Los miedos más comunes han estado relacionados con el posible contagio, miedo a tocar o ser tocado, y hacen que las personas huyan y se aíslen de los demás, así como que aumenten las fobias y las obsesiones.
Esto ha causado la aparición de ansiedad por la salud. Consiste en interpretar los cambios o sensaciones corporales como síntomas de alguna enfermedad. Esto ocasiona conductas desadaptativas, que no son más que conductas de cuidado pero llevadas al extremo: acudir frecuentemente al centro de salud para descartar enfermedad, excesivo lavado de manos, retraimiento social…
Un elevado nivel de ansiedad por la salud es perjudicial, pero también lo es un bajo nivel de ansiedad por la salud ya que las personas pueden creer que no pueden ser contagiadas y esto hará que incumplan las recomendaciones sanitarias.
Tal y como adelantábamos al inicio de este bloque, la pandemia ha potenciado la aparición de ciertas fobias como la fobia social (miedo persistente a situaciones sociales por temor a que resulten embarazosas), la agorafobia (ansiedad y miedo ante espacios sin límites claros donde pueda resultar dificil escapar o pedir ayuda en caso de un ataque de pánico) y la hafefobia (miedo al contacto físico).
Es importante trabajar la gestión emocional de los miedos y la ansiedad presente en nuestra vida diaria para que no resulten interfirientes y para que no se cronifiquen ni deriven en problemas emocionales más complejos.
Equipo MentalMadrid
