Trastorno Afectivo Estacional

¿Cómo afecta el cambio estacional en nuestro estado anímico?

A lo largo del año pasamos temporadas en las que nos sentimos más decaídos, tristes, melancólicos y sin fuerzas para seguir adelante. Se trata de momentos en lo que no nos ha ocurrido nada fuera de lo normal, nuestros problemas no se han incrementado y nuestra situación no ha empeorado, sin embargo nos sentimos emocionalmente débiles.

El cambio de estación repercute en nuestro estado de ánimo, aunque no a todas las personas les afecta por igual. En algunos casos puede tratarse de un trastorno estacional.
En estaciones del año como otoño e invierno, la sensibilidad a los cambios estacionales y la reducción de luz solar pueden afectarnos tanto físicamente como anímicamente. Cuando la afectación genera sufrimiento o malestar persistente, hablamos de Trastorno Afectivo Estacional (TAE).

Estudios avalan que el 15% de la población general padece Trastorno Afectivo Estacional. Las mujeres adolescentes y adultas son más susceptibles de padecer el llamado TAE.

¿Cuáles son los síntomas del Trastorno Afectivo Estacional?

Los síntomas pueden ser:

  • Tristeza, desesperanza, irritabilidad y ansiedad.
  • Aislamiento.
  • Fatiga.
  • Reducción del ejercicio físico.
  • Problemas físicos, como dolores de cabeza.
  • Menor tolerancia a la frustración (mayor sensibilidad a lo negativo)
  • Pérdida de interés en el trabajo y otras actividades.
  • Cambios en la dieta, normalmente asociados con una mayor ingesta calórica.

 

trastorno afectivo estacional

¿A qué puede deberse?

Aunque se han estudiado diversas teorías, los investigadores en este campo coinciden que la aparición de esta bajada del estado anímico en el trastorno afectivo estacional es desencadenada por la respuesta del cerebro a la disminución de la luz natural. Concretamente, se le ha relacionado con hormonas clave tales como la melatonina y la serotonina que ayudan a regular los ciclos del sueño-alerta, la energía y el estado anímico.

Los días más cortos y el incremento de las horas de oscuridad en otoño e invierno pueden causar un aumento de los niveles de melatonina y una disminución de los niveles de serotonina, pudiendo así crear condiciones biológicas para un bajo estado anímico.

Pero…¿cómo puede afectarnos tanto un cambio de estación?

El clima es la clave, sólo que la forma en que nos afecta no es la misma para todas las personas.

Factores que afectan emocionalmente con el cambio estacional:

A muchos nos afecta emocionalmente un cambio estacional (sobretodo primavera y otoño) debido a:

  • Otoño:

    – La reducción de horas de luz. La luz es un referente clave para nuestro estado de ánimo, hasta el punto de que es utilizada para tratar muchos casos de depresión.
    – El viento, especialmente sobre aquellas personas que ya padecen algún trastorno psicológico.
    – La lluvia también es importante, de hecho hay muchas personas que se sienten tristes los días previos a la lluvia.
    – La bajada de las temperaturas.
    – La consiguiente limitación de las actividades sociales.

    Trastorno afectivo estacionalEl otoño y el invierno son muy propicios para que aumenten emociones como la tristeza, la nostalgia y la soledad. De esta manera podría parecer que la llegada de la primavera supone un verdadero alivio para esas personas con tendencia a la angustia y a la depresión, porque la primavera se presenta como una estación para la alegría, la vuelta a las actividades sociales y el amor. Nada más lejos de la realidad: siempre que nos encontremos ante un cambio de estación nos enfrentamos a cambios en el organismo que pueden afectar nuestra estabilidad emocional.

  • Primavera:

    – La llegada de la primavera implica un aumento de la intensidad y duración de la exposición a la luz solar. Ésta afecta a la secreción de la melatonina (recordemos que es la hormona relacionada con la regulación de ciclos circadianos como el de sueño-vigilia y también con la estabilidad del ánimo). Esto produciría mayor sensibilidad y cambios emocionales en los sujetos”.
    – Una segunda teoría tiene que ver con las alergias. Se ha visto que los alérgicos con probabilidad de inflamación respiratoria presentan mayores tasas de depresión primaveral. Se dice que esto puede relacionarse con el polen, ya que éste provocaría mayor inestabilidad y susceptibilidad en los estados de ánimo.
    – También habría factores sociales que, durante esta época, pueden causar una depresión. Se tiene la presión de estar siempre feliz y radiante. Entonces, aquellas personas que están pasando por una mala situación pueden presentar patologías y síntomas depresivos. Estas teorías intentan explicar el aumento de los trastornos del ánimo en este periodo.
    Sin embargo, no hay estudios que comprueben, de manera concreta, cada una de estas hipótesis.

    Trastorno afectivo estacionalLa mayoría de las personas nos vemos afectadas por los cambios estacionales. La diferencia está en la magnitud con la que nos afecta y el sufrimiento que nos provoca.
    La depresión primaveral, o astenia primaveral, es uno de los trastornos estacionales más frecuentes. Mientras unas personas salen a la calle vestidas de colores y con su mejor sonrisa, otras, tienen que hacer frente a una serie de desequilibrios emocionales provocados por el cambio de estación. Se agudiza la ansiedad, el malestar físico debido a las alergias y aumenta la sensación de soledad.

¿Cómo puedo afrontar este malestar asociado al cambio estacional?

  • Siguiendo una dieta variada y equilibrada.
  • Practicando ejercicio físico de día, a poder ser expuesto al sol, para aumentar la segregación de dopamina (que produce una mejora anímica en las personas).
  • Manteniendo una vida social activa.
  • Estableciendo unos buenos hábitos de sueño. Hay que dormir lo justo.
  • Paseando al aire libre.
  • Riendo más y ocupando el tiempo libre.
  • Dado que no podemos transformar las condiciones meteorológicas de donde vivimos, deberíamos recrear en nuestro hogar las condiciones idóneas para mejorar nuestro estado anímico. Tal vez así, conseguiríamos reducir un tanto el impacto de los cambios estacionales en nuestro equilibrio emocional.
  • Evitando el aislamiento. Lo ideal es mantener el contacto con seres queridos dado que ellos son quienes conocen nos conocen mejor y pueden prestarnos un gran apoyo.
  • Involucrándose en algún grupo, ya que ser parte de una colectividad hace que las personas nos sintamos valoradas y reconocidas.
  • Evitando la vida sedentaria, ya que tiene un efecto depresógeno y negativo.
  • Evitando el consumo de drogas, ya que la mayor parte de ellas afecta a la estabilidad anímica y a los cuadros depresivos.

Quienes han padecido a lo largo de su vida algún episodio de depresión, ansiedad u otros trastornos afectivos, suelen temer que los síntomas de bajo estado de ánimo estacional puedan desencadenar recaídas.

Desde MentalMadrid podemos ayudarte a afrontar estas dificultades emocionales.

Trastorno afectivo estacional

Equipo MentalMadrid

MentalMadrid

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